Jesús nunca existió

Jesucristo nunca existió como figura histórica

Incluso algunas personas que no creen en dioses, piensan que pudo haber existido Jesús como figura histórica. Tal es el adoctrinamiento al que somos sometidos desde niños. La verdad es que, al margen del "Jesús existe porque lo dice la Biblia, que es la palabra de Dios", no hay pruebas históricas que sugieran que es algo más que un personaje de ficción.

No hay ninguna evidencia veraz para hacerle a uno suponer que alguno de los evangelios que sobreviven han sido escritos por testigos oculares. Por ejemplo, los autores de los evangelios de Mateo y Lucas incorporan casi el texto Griego entero del evangelio de Marcos, agregando dichos tomados aún de otro documento (el así llamado "Documento q" ) , y generalmente hace los milagros relatados por Marcos aún más milagrosos. Si Mateo y Lucas hubiesen sido testigos oculares, habrían escrito sus propios relatos, sin el recurso del plagio.
El evangelio de Marcos, el más viejo de los cuatro, contiene errores de geografía y costumbre que no habrían sido hechos por un testigo ocular. El evangelio de Juan, el último de la serie, es muy tardío y demasiado etéreo para ser tomado como un relato biográfico en absoluto (testigo ocular o no). No hay nada sobre los evangelios para hacer a uno tomarlos en serio desde un punto de vista biográfico, sino como ejemplos muy viejos del arte de la ficción.

Si la HISTORICIDAD de Jesús no puede ser apoyada por las escrituras del Nuevo Testamento, ¿qué esperar de los recursos extrabiblicos? Los creyentes suelen mencionar al historiador judío Flavio Josefo que nombró en sus obras a Jesús. Pero el fragmento de texto concreto al que recurren no es considerado como auténtico (original) por historiadores y filólogos, sino como una agregación posterior. Josefo nació, por lo menos, cinco años después de la presunta fecha de la crucifixión. Sus textos están plagados de interpolaciones cristianas, fruto de las distintas versiones hechas cada vez que se copiaba o traducía.

El cristianismo comenzó como una religión de misterio (sólo para iniciados). Según algunos autores, el cristianismo derivó tanto del Mitraísmo como del Judaísmo. Mitra es un dios persa, indio y romano. El MITRAÃ?SMO es una religión mistérica que fue adoptada por los soldados romanos hacia el 62 a.c. y que compitió con el cristianismo hasta el siglo IV. El rito principal de la religión mitraica era un banquete ritual, que pudo tener ciertas similitudes con la eucaristía del cristianismo, pues los alimentos ofrecidos en el banquete eran pan y vino. El 25 de diciembre (coincidiendo aproximadamente con el solsticio de invierno) se conmemoraba el nacimiento de Mitra.

No hay ninguna evidencia creíble que indica que Jesús alguna vez vivió. Este hecho es, desde luego, inadecuado para demostrar que él no vivió. Aún así, aunque sea lógicamente imposible de demostrar una negativa universal, es posible mostrar que no hay ninguna necesidad de hipotetizar ningún Jesús histórico. La biografía de Cristo puede ser relatada sobre razones puramente literarias, astrológicas, y mitológicas comparativas. El principio lógico conocido como la Navaja de afeitar de Occam nos dice que suposiciones básicas no deberían ser multiplicadas más allá de la necesidad. Para objetivos prácticos, mostrar que un Jesús histórico es una suposición innecesaria es tan bueno como probar que nunca existió.

5 razones para no creer que haya existido

5. No existe ninguna mención sobre Jesús en los textos de sus contemporáneos paganos

Por extraño que pueda parecer, no existe ninguna mención a Jesús de ninguno de sus contemporáneos paganos. No existen registros de nacimiento, ni transcripciones de su juicio, ni certificados de defunción; no hay expresiones de interés, ni calumnias, ni referencias pasajeras.

De hecho, si ampliamos nuestro campo de estudio a los años posteriores a su muerte â??incluyendo todo el primer siglo de nuestra eraâ?? no hay ni una sola referencia a Jesús en cualquier fuente ni cristiana ni judía de cualquier tipo.

Hay un gran número de documentos de la época: escritos de poetas, filósofos, historiadores, científicos, funcionarios del gobiernoâ?¦ Por no hablar de la gran colección de inscripciones en piedra, cartas privadas y documentos legales en papiro. En ninguno de estos documentos aparece siquiera el nombre de Jesúsâ??.

Esta es la teoría de Bart Ehrman y lo explica en su libro â??Jesus: Apocalyptic Prophet of the New Millenumâ??.

4. Jesús, según la modernidad. Teorías apuntan a distintas personas




"Qué picardía"

Muchos investigadores han trazado teorías sobre quién pudo ser el verdadero Jesucristo, pero todas apuntan a diferentes personas.

Robert Price, en su libro â??Deconstructing Jesusâ??, reúne una lista de distintos posibles Jesucristos que incluye a un filósofo cínico, un hasidista, un rabino conservador o un fariseo, por citar sólo algunos.

Algo que, según el propio Price, va en contra de su existencia: â??El Jesús histórico (si es que lo hubo) pudo ser un rey mesiánico, un fariseo progresista, un chaman de Galilea, un mago o un sabio helenista. Pero tendría dificultades para ser todos ellos al mismo tiempoâ??.

3. Los primeros escritos del Nuevo Testamento ignoraban los detalles de la vida de Jesús

Las epístolas paulinas fueron una serie de cartas cuya autoría es atribuida a San Pablo (Pablo de Tarso) y que conforman los principios del canon cristiano.

Pero, pese a que fueron escritas sólo 20 años después de la muerte de Cristo, en estas cartas no se da ningún detalle de la vida de Jesús. No se habla de su nacimiento, ni de la virgen, ni de los milagros. Ni siquiera se hace referencia a los doce apóstoles.

â??Parece que Pablo evita revelar cualquier detalle biográfico de Jesús, y los pocos que ofrece contradicen lo que aparece en los evangelios. Los líderes de los primeros cristianos, como Pedro y Santiago, son supuestamente los discípulos y amigos de Jesús pero Pablo apenas habla de ellos y las pocas veces que lo hace es para criticarles por no ser verdaderos cristianosâ??, sustenta la revista Alternet.

2. Los Evangenlios sobre Jesús no son relatos de primera mano

Los evangelios recibieron el nombre de cuatro de los doce apóstoles (Mateo, Marco, Lucas y Juan) pero, aunque desconocemos su autoría real (que probablemente fue colectiva) lo que es seguro es que no fueron escritos por ellos, ni en fechas contemporáneas a Jesucristo.

En aquella época era muy habitual utilizar seudónimos de gente conocida para dar entidad a los distintos textos. Y así se hizo en la práctica totalidad de los libros del Nuevo Testamento.

Los únicos textos de éste cuya autoría está constatada son 6 de las 13 cartas de San Pablo. Basta asomarse a cualquier Evangelio para comprobar que en ningún momento las historias están narradas en primera persona, y se hace explícita la existencia de terceros testigos. En ningún momento se oculta que se trata de una compilación de historias compartidas por el boca a boca.

1. Los Evangelios se contradicen entre ellos

La mayoría de historiadores coinciden en señalar que el evangelio de Marco fue el primero que se redactó. Análisis lingüísticos sugieren que los libros de Lucas y Mateo no son más que una reelaboración de este primer Evangelio, con sus propias correcciones y nuevo material.
Pero, pese a esto, se contradicen entre ellos en numerosos detalles. El Evangelio de Juan, escrito después, es aún más contradictorio, porque se cree fue redactado con un objetivo diferente y para distinto público.