El yihadismo azota los países árabes

TERRORISMO


El yihadismo azota los países árabes








Los países árabes son los más perjudicados por los extremistas del Islam, a pesar de los ataques que los yihadistas han perpetrado en los últimos meses en otros lugares. Tienen el poder en buena parte de Oriente Medio y emplean todos sus métodos para difundir el temor entre la población.


Arrasan con todo a su paso: desde miles de asesinatos hasta la destrucción de monumentos milenarios. Es el califato de los que se autoproclamaron soldados de un Estado.


Túnez es el país que más yihadistas envía a combatir en Siria e Iraq.


El ataque de este miércoles lo ha reivindicado el Estado Islámico, grupo que ya ha anunciado que no será el último.


Alrededor de 3.000 tunecinos han viajado para incorporarse a las filas del Estado Islámico.


Esta organización, también llamada Daesh, tiene sus principales campamentos en Siria, Iraq y Libia.


Además, cuenta con otras facciones, como Boko Haram en Nigeria, que anunció su lealtad al grupo el fin de semana pasado.



Ahora y más que nunca comienza a ser un más que autoproclamado Estado Islámico.


Los terroristas han decidido eliminar cualquier símbolo que no se identifique con el Islam.


Por ejemplo, hace apenas dos semanas, los islamistas comenzaron a destruir cualquier figura o monumento de los museos que se correspondiera con la adoración de un dios que no fuera Alá.


Para terminar con la idolatría comenzaron por los museos iraquíes de Mosul o Nimrud, donde del rastro de figuras milenarias sólo queda el polvo.




Otro de los puntos en los que Daesh (acrónimo en árabe del EI) se ha fijado es la población cristiana que habita localidades iraquíes o sirias. Hace casi quince días que los yihadistas capturaron a más de 300 personas â??a las que ellos llaman â??cruzadosâ??- que vivían en más de 30 aldeas.


En junio del año pasado, más de 600 hombres prisioneros en Mosul, fueron ejecutados por seguir la rama chiíta del Islam â??los miembros del EI son sunitas-. Tampoco aceptan a los homosexuales, a quienes que tiran desde edificios muy altos o les degüellan en público.


La ONU ya ha advertido que los ataques contra las minorías en Iraq, como la yazidí, se calificarán de genocidio.


Los islamistas emplean cualquier táctica para torturar, asesinar, violar y vejar a la población, que huye sin remedio de su casa.




Sus técnicas son varias: desde decapitaciones hasta crucifixiones y amputaciones, una de las más salvajes fue la agonía de un piloto jordano, a quien enjaularon y quemaron vivo.


Pero no sólo los árabes se ven perjudicados directamente por el yihadismo. Millones de personas ven sus vidas truncadas por los â??efectos colateralesâ?? de unos asesinos sin piedad.


Se estima que más de tres millones de personas en Siria son refugiados.


También indirectamente, con los ataques de la coalición internacional liderada por Estado Unidos, que busca aniquilar al EI.


El Estado Islámico cuenta con más de 30.000 soldados, la mitad provienen de fuera de Oriente Medio y está estrictamente jerarquizada.







Abu Bakr al Baghdadi es el autodenominado califa del Estado que forman una parte de Iraq y Siria.


Cuenta con numerosas filiales no sólo en Siria, Iraq y Libia, sino también en la provincia egipcia de Sinaí, la Península Arábiga y Jorasán, un territorio que se extiende por Afganistán y Pakistán.



Está perfectamente conectado, ya que usa las redes sociales para distribuir su propaganda y además, para captar y reclutar a nuevos combatientes.



También para difundir la â??yihad del terrorâ?? con vídeos hollywoodienses de macabros y múltiples asesinatos de las personas que secuestran.



Además, cuenta con un presupuesto económico muy alto â??es la organización terrorista más rica del mundo- ya que reciben financiación de otros regímenes árabes y de la venta de petróleo que producen en sus países.






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